Por: Guillermo Cañón Arce*
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PRINCIPALES DESAFÍOS
Para la escuela contemporánea, superar el universalismo de la racionalidad educativa tradicional, adoptado por la modernidad, se constituye en uno de sus principales desafíos. El establecimiento de un nuevo concepto de razón nada dictatorial ni teleológico, se hace cada vez más necesario e inminente en una sociedad desgastada por las verdades absolutas. La verdad como solución de problemas sociales, es de Dios, no del mundo. Por lo menos en estos casos, la verdad no existe, ni es necesaria, y si existe es peligrosa. Las crisis sociales que actualmente vivimos exigen que la universidad se oriente más hacia una sensibilidad humana y dialógica con la comunidad en la cual se encuentra inserta, que hacia una racionalidad abstracta y distante.
El Comité Interuniversitario y Empresarial del Siete de Agosto, nace precisamente, como una propuesta de proyección social de la universidad hacia la comunidad, que quiere pensarse la educación y lo comunitario desde una perspectiva comunicacional. En dialogo permanente, no sólo con el estudiante, sino con los diversos actores y contextos socioculturales que conjugan su entorno, para avanzar en el entendimiento de una comunidad científica abierta a razones y motivos, pero basada en que la “verdad” hay que construirla con todos los involucrados y los múltiples disensos e hipótesis que se cruzan en el entramado de los conflictos sociales. Una universidad que trascienda el claustro, que en lugar de reflexionar sobre el fenómeno, para organizar y absolutizar el mundo, converse solidariamente con la comunidad, para desarrollar una visión a partir de la cual, la riqueza y la diversidad de la vida puedan ser entendidas y exploradas cabalmente, apuntando principalmente, al núcleo de aquello que en la política es relación social: el ejercicio de la ciudadanía,
Conformado por las universidades del Área Andina, San José, Los Libertadores, Nuestra Señora del Rosario, Cooperativa de Colombia, San Francisco de Asís, ISES, el CADEL local de Barrios Unidos y Corpo 7 de Agosto, el CIU, se erige como un organismo interinstitucional que quiere empezar a debatir los fenómenos sociales que se presentan en las comunidades de su entorno universitario y construir colectivamente proyectos que den respuesta a las necesidades y conflictos que en éstas subyacen.
Internamente, el CIU esta conformado por tres subcomités que tienen origen en las tres grandes líneas de acción que se quieren abordar, a partir, obviamente, de las necesidades de la comunidad: el subcomité de Investigación y Proyección Social, el subcomité de Planeación y Urbanismo y el subcomité de Seguridad.
Investigación y Proyección Social: La necesidad de contribuir al desarrollo sustentable, al mejoramiento del conjunto de la sociedad local y el convencimiento de asumirse como universidades socialmente responsables, generadoras de capital social, son algunos de los preceptos básicos, que comparten las instituciones que participan en el proyecto. Dichos preceptos empiezan a tomar forma, a partir de la línea de acción Investigación y Proyección Social, tal vez el pretexto fundacional del CIU.
El principal objetivo de este subcomité, es presentar alternativas de atención y prevención, a partir de
Planeación y Urbanismo: Creado a partir de la necesidad de elaborar los diseños y promover la ejecución de los planes de regulación y manejo de la zona educativa, de manera mancomunada, con todas las instituciones de educación superior que conforman el corredor universitario que va de la calle
Seguridad: Aunque la búsqueda fundamental de este subcomité es la seguridad cívica y policiva de los habitantes y transeúntes del sector educativo de la localidad de Barrios Unidos, a partir del proyecto “Caminos Seguros a
No hay duda que la “nueva” racionalidad que se quiere promover desde el CIU, representa un sólido presupuesto político-pedagógico, que invita a pensar la interrelación educación, comunidad y comunicación.
* Coordinador Académico del CIUE.